Soberbia 2

Soberbia

De dónde proviene?

1.- Del corazón

Isaías 10:12 -Castigará el fruto de la soberbia del corazón, y la gloria de la altivez de sus ojos-

La ira, el amor, la misericordia, la envidia, el odio, la alegría entre otras emociones, trabajan en conjunto con el corazón y el cerebro.

El corazón del rey de Asiria, era soberbio y altivo, vemos la parte que corresponde al corazón, es decir, que las emociones tienen mucho qué ver con este órgano de nuestro cuerpo. ¿Y el cerebro? Pues hizo presencia cuando se atrevió a decir que todo lo que había hecho era por el poder de su mano y de su sabiduría. Cuánta ignorancia!

No es que sea malo tener abundancia, tener comodidades, lo malo es dejar que nuestro corazón se haga necio. No permitas que la abundancia material te robe tu esencia como mujer virtuosa. 

Arrebata la altivez de ti y entiérrala. No le permitas a tu corazón sentirse más que los demás, pues mira que la vida da muchas vueltas y algún día estarás abajo necesitando la ayuda de los demás.

Te lo digo yo que he experimentado esto en carne propia, y aún más he visto como algunos de mis hermanos en la fe han pasado por lo mismo. Incluso en este momento están siendo presa de la soberbia a ciegas. No escuchan, no observan, no escudriñan sus corazones.

Realmente es triste ser espectadora de sus errores espirituales. Se les dice y la soberbia de su corazón los domina, pues no quieren escuchar ni atender la exhortación. Piensan que es envidia (tal como yo lo pensaba), que les tenemos corage. Lamentable!!!! Lo toman personal. Cuánta necedad!

Pero hay esperanza, pues Dios no se equivoca y antes de que sean quebrantados, son soberbios, y antes de que caigan, son de espíritu altivo (prov16:18). Sí, así como yo caí, ellos caerán, tú caerás. Pero recuerda que si caes, es porque Dios ha tenido misericordia de ti, pues al que ama, disciplina.

Por eso te ruego hermana, escudriña tu corazón y tus pensamientos. Echa un vistazo a tu alrededor, tu familia, recuerda que ella es la sociedad en miniatura y son el reflejo de ti misma puesto que Dios te ha puesto a cargo de la administración del hogar.

Si al revisar tu vida te encuentras con un gramo de infelicidad, ojo! Deténte, no sigas por ese camino. Pues te llevará al fracaso.

Humíllate ante Dios, pide ayuda espiritual, arrepiéntete y cambia.

Si tienes la bendición de un hermano (a) que te exhorta y te reprende y te hace ver tu pecado, no lo ignores, pues es Dios quien por medio de él (ella) te está avisando.

No vaya ser que gimas al final, cuando se consuma tu carne y tu cuerpo y digas: Cómo aborrecí el consejo, y mi corazón menospreció la reprensión. No oí la voz de los que me instruían, y a los que me enseñaban no incliné mi oído!

Casi en todo mal he estado, en medio de la sociedad y de la congregación (prov5:11-14).

Por: Yessi Rendón