Brazos Cruzados


*Los Brazos Cruzados, No Producen Nada... Las Manos Que No Trabajan Envejecen*


Mi amada amiga, te admiro por tu fuerza. Te observo cuando trabajas y tu sonrisa me causa admiración, pues notablemente te desgastas por tantos pendientes que a veces llegas al punto de enfermar.
Pero... tu sonrisa, tus ojos... están felices, agradecidos con Dios por darte la dicha de trabajar en su obra.
Hermana mía, nunca te detienes, siempre estás haciendo algo, no puedo recordar un día en que te haya visto descansando por placer.
Andas de aquí para allá sin parar. Tus pies son hermosos aunque descuidados. Tus manos resplandecen aunque con arrugas y asperezas.
Mi bella mujer de ejemplo, tu alma es preciosa, eres digna de alabar, más tú nos pones candado, pues tu respuesta es: mi Dios es quien me recompensará, no quiero alabanzas del hombre.
Trabajas con entusiasmo y contento, y aunque el cansancio es abundante, cuando los frutos reverdecen, gritas que valió la pena.
Quiero ser como tú, quiero desgastarme en la obra, quiero darlo todo así como tú, no quiero saber que mantuve mis brazos cruzados y me contentaba al pedir las cosas.
Entonces me contestas: Muévete, trabaja con tus manos. Deja el dormir y el bostezo pues no traerá nada bueno.
Mi respuesta puede ser levantarme y trabajar pero me doy vuelta... y sigo durmiendo.

Por: Yessi Rendón

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