La Mujer Virtuosa

Conocer las responsabilidades que tenemos 

como mujeres cristianas dentro de la iglesia 

es de suma importancia, porque cada una de nosotras 

dará a Dios razón de sí, cada una será juzgada 

por las cosas que están escritas en los libros, 

según sus obras.

En el libro de proverbios capítulo 31:10-31 se hace un elogio a la mujer virtuosa, así que a partir de las enseñanzas de este pasaje analizaremos ¿Cómo es la mujer virtuosa? ¿Qué espera Dios de mí como mujer cristiana, esposa, madre y ama de casa?

“Mujer virtuosa ¿quién la hallará? 

Porque su estima sobrepasa largamente 

a la de las piedras preciosas”

La palabra VIRTUOSA se describe como: ser buena, recta, honorable, honesta; denota un conjunto de cualidades, significa hacendosa, capaz, digna. 

Ella es más valiosa y más estimada que las piedras preciosas y que es difícil de encontrar, en ella prevalece la belleza interior. Es una mujer invaluable.

“El corazón de su marido está en ella confiado, 

y no carecerá de ganancias.”

Que nuestros esposos puedan confiar plenamente en nosotras es uno de los fundamentos básicos de un buen matrimonio, ser buenas administradoras, hacendosas y productivas, que nuestros esfuerzos resultan en ganancia y provecho.

Lamentablemente hoy en nuestros días hay mujeres que causan muchos problemas financieros, hacen muchas compras o incurren en grandes deudas con sus tarjetas de crédito o malgastan el dinero ¿cómo puede el marido confiar en ellas?

Prov., 12:4 dice “La mujer virtuosa es corona de su marido; más la mala, como carcoma en sus huesos”

“Le da ella bien y no mal, 

todos los días de su vida”

El que halla esposa, halla el bien, y alcanza la benevolencia de Jehová (Prov.,18:22), tenemos un ejemplo de una mala esposa, la de Job. Era una calamidad que solo añadió aflicciones a sus pruebas (Job 2:9-10). Algunos hombres encuentran corona para su cabeza, mientras que otros encuentran carcoma para sus huesos. Hermanas, ¡seamos como la mujer virtuosa!  fuente de sostén y aliento para nuestros esposos.

“Busca lana y lino y con voluntad 

trabaja con sus manos”

Lana y lino. Dos materiales básicos para hacer vestimentas. El término “busca” puede significar que ella selecciona, escoge la lana y el lino de mejor calidad, busca con diligencia, se preocupa por la vestimenta para su familia y trabaja con voluntad con alegría sin quejas.

“Es como nave de mercader, trae su pan de lejos”

¿Por qué es comparada a una nave de mercader?, los comerciantes compraban y vendían mercancías por ganancias y los barcos mercantes estaban llenos de productos, estas naves eran fuertes, durables y tenían gran capacidad. Tenían que resistir los fuertes vientos del mar, las inclemencias del tiempo, al ataque de los enemigos. La mujer virtuosa tiene fortaleza interior y es útil a su hogar.

“Se levanta aún de noche y da comida a su 

familia y ración a sus criadas”.

Se levanta antes de la salida del sol, la pereza y flojera no tienen lugar en ella y provee alimento a su familia.

Hoy en día hay familias que no toman tiempo para sentarse a la mesa y comer juntos, no oran juntos, no leen juntos y como resultado no permanecen juntos.

“Considera la heredad, y la compra, 

y planta viña del fruto de sus manos”

Ella es inteligente, piensa cuidadosamente lo que necesita, el propósito de la heredad era proveer un lugar para su viña, y tiene el resultado de su labor, está capacitada para manejar los negocios del hogar familiar.

“Ciñe de fuerza sus lomos, 

y esfuerza sus brazos”.

Ceñir significa rodear o envolver con una faja o cinturón. En los tiempos de la biblia tanto hombres como las mujeres usaban túnicas. Si la túnica no tenía cinturón, interfería con la habilidad de la persona de andar libremente. En el lenguaje bíblico “estar ceñido” significa estar preparado para entrar en acción. La mujer virtuosa es un ejemplo de diligencia y laboriosidad.

“Ve que van bien sus negocios, 

su lampara no se apaga de noche”

Está alerta, preparada a las necesidades de su hogar, así como una buena cristiana que no anda de casa en casa desperdiciando su tiempo. 

“Aplica su mano al huso, 

y sus manos a la rueca”

Vemos a la mujer laborando con sus manos para proveer vestido para su familia. El huso y la rueca son métodos muy antiguos que se utilizaban para hilar. El huso era un bastón de madera redondo que se usaba para torcer y formar el hilo, la rueca era una máquina que permitía hilar gracias a una rueda, una manivela y un pedal.

“Alarga su mano al pobre, 

y extiende sus manos al menesteroso”.

Está dispuesta a extender su mano al pobre, muestra compasión, y ama al necesitado, no solo de palabra sino con hechos y en verdad, suple su necesidad y no solo se compadece. Qué hermoso hermanas ser alguien útil al Señor.

“No tiene temor de la nieve por su familia, 

porque toda su familia está vestida de ropas dobles”

Es una mujer que ama a su familia y se prepara para el frió, provee de cuidados. Aquí es donde se ve el amor de ella.

“Su marido es conocido en las puertas, 

cuando se sienta con los ancianos de la tierra”.

Una mujer virtuosa contribuye mucho al éxito y prosperidad de su marido, él es conocido debido a su reputación ¿dónde estaría éste hombre sin su mujer piadosa, trabajadora y fiel?, nosotras podemos ser una tremenda influencia para bien o para mal de nuestros esposos.

“Hace telas y vende y da cintas al mercader, 

fuerza y honor son sus vestiduras 

y se ríe de lo provenir”

Ella es talentosa y tiene habilidad, es de gran bendición para su familia, sabe que el Señor es la fortaleza de su vida, conoce su propósito en este mundo.

“Abre su boca con sabiduría y la ley de clemencia está en su lengua, 

considera los caminos de su casa y no come el pan de balde”

Sus palabras están llenas de sabiduría y de instrucción, sabe controlar su lengua. Nuestro hablar revela nuestro corazón. De un corazón sabio proceden palabras sabias, de un corazón amable salen palabras amables, de un corazón cariñoso salen palabras cariñosas, de un corazón egoísta y lleno de envidia y amargura no puede salir nada bueno. 

Ella vigila, observa supervisa atentamente su hogar para que ningún mal cause daño a su familia, así nosotras como mujeres cristianas debemos saber en lo que andan nuestros hijos, ¿para qué? Para ayudarlos, disciplinarlos y encaminarlos hacia sanas y provechosas actividades.

¿Quién puede llamarse mujer virtuosa y no sentir el peso de la responsabilidad familiar?

“Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada. 

Y su marido también la alaba; 

Muchas mujeres hicieron el bien. 

Mas tú sobrepasas a todas”

Esta es su recompensa final, es maravilloso y muy halagador que tus hijos y tu marido te alaben por ser buena madre, buena esposa y buena ama de casa, pero la mejor y más grande recompensa la tendremos de Dios.

La iglesia necesita mujeres virtuosas que trabajen para el Señor, apoyando y alentando a sus esposos, criando bueno hijos respetuosos, obedientes a Dios.

Hermanas tenemos mucho por hacer, espero en Dios y que este pequeño estudio sea de provecho para cada una de nosotras y que seamos valiosas, invaluables, estimadas, prudentes, confiables, buenas administradoras, productivas, diligentes, misericordiosas, respetuosas y sabias en todo lo que hagamos.

Dios les Bendiga

Por: Mary Bel Leos