Sujeción En El Matrimonio



En Efesios 5:22 Dios se nos exhorta a estar sujetas a nuestro marido, pero ¿qué significa esto? Según la RAE, sujeción significa Unión, algo que no se puede separar o dividir. 



Aplicamos esto en el matrimonio como un profundo compromiso con nuestro compañero para fomentar la unidad, la armonía y la comunicación, no queriendo tomar decisiones por nuestra propia cuenta, pues al casarnos nos convertimos en una sola carne con nuestro esposo, lo cual también significa unión, tanto espiritual, emocional, intelectual, financiera, etc. Ya no somos dos seres independientes, ahora somos uno.

Una esposa que se sujeta a su marido es aquella que apoya, que afirma, que lo respeta como cabeza del hogar, es aquella que se convierte en ayuda idónea para su esposo y trabaja en equipo sin la intención de competir o querer ser mejor que él, sino que con amor, prudencia y sabiduría lo ayuda, lo anima, lo motiva, lo fortalece, le brinda consuelo y apoya su liderazgo para facilitarle su funcionamiento en el rol que Dios le ha asignado.
Cuando un esposo ama a su mujer como Cristo amó a la iglesia; la esposa no tendría ningún inconveniente en sujetarse voluntariamente a su esposo. Pero 
- Y SI MI ESPOSO NO ES CRISTIANO O NO ESTÁ EJERCIENDO SU ROL EFECTIVAMENTE.. ¿DEBO SUJETARME A ÉL?
*La respuesta es SI, porque es un mandamiento de Dios, y es a Él a quien debo agradar. (Col. 3:23).
 Todo lo que hacemos es para el Señor y no para los hombres. Respetamos la autoridad de nuestro esposo no porque él sea superior, sino porque él es la persona a quien Dios eligió para ser cabeza del hogar, en otras palabras, el respeto no está dirigido al hombre sino a la autoridad que hay en él porque Dios así lo quiso y así lo estableció (no quitando el mandamiento de: Y las mujeres respeten a su marido). Cuando entendamos esto, respetaremos y nos sujetaremos a nuestros maridos con agrado porque nuestra mirada está puesta en Dios y en su voluntad.
¿QUIERES GANAR PARA CRISTO A TU ESPOSO INCONVERSO? Mira lo que dice (1 Pedro 3:1-4), Dios no transformará a tu marido por tus alegatos y vanas palabrerías, sino por tu sujeción, cada vez que discutes con tu marido estás cerrando la puerta de su corazón y también la ventana de la bendición de Dios. El actuará a favor de tu matrimonio al ver tu conducta casta y respetuosa.
LA SUJECIÓN TIENE LIMITES (Santiago 4:17), Dice que el que sabe hacer lo bueno y no lo hace le es pecado, si tu esposo te pide algo que va en contra de la voluntad de Dios y lo obedeces, estarás pecando, pues no se puede agradar al hombre antes que a Dios.
Mujer, seamos sabias, sujetémonos sin temor, con toda libertad, sabiendo que al hacerlo traerá bendición a nuestras vidas, elijamos ser la mayor bendición para nuestro marido, elijamos ser corona, elijamos edificar en lugar de destruir, elijamos sujetarnos voluntariamente y encontraremos la paz, nuestra salud mejorará, además que nuestros hijos nos lo agradecerán, y lo más importante: Estaremos agradando Dios


El sujetarnos no nos hace inferiores, al contrario, 
NOS HACE GRANDES DELANTE DE DIOS.
Por: Margarita Mar

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